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Informe de la AEPL "Religión y políticas exteriores de la UE

Publicado el 01/01/2021

La religión y las políticas exteriores de la UE. Un análisis crítico.

 Resumen.

  • La Asociación Europea de Libre Pensamiento ha tomado nota con interés del documento elaborado por el Servicio de Estudios del Parlamento Europeo sobre los vínculos entre las políticas exteriores de la Unión Europea y la religión.
  • Sin embargo, como interlocutores no profesionales en el diálogo establecido por el artículo 17 del TFUE, no podemos respaldar sin reservas el análisis que se nos presenta.
  • Consideramos que el documento, redactado en nombre de una institución que debería preocuparse por mantenerse suficientemente al margen de todas las cuestiones relacionadas con las convicciones religiosas y filosóficas, no ofrece todas las garantías de imparcialidad que cabría esperar de él.
  • Creemos que esta debilidad se debe a un ángulo de análisis desacertado, basado en datos demasiado limitados y a veces faltos de objetividad.
  • También creemos que el enfoque favorecido es desequilibrado y otorga a las "religiones", y más concretamente a las "religiones tradicionales", un peso que no guarda relación con el apoyo que reciben de sus propios seguidores.[1]. Este desequilibrio se ve acentuado por el hecho de que el contacto con las instituciones tiene muy poco en cuenta a los movimientos disidentes y heterodoxos y de que las mujeres están infrarrepresentadas en sus jerarquías.
  • Hemos limitado deliberadamente nuestro análisis a las consideraciones generales del documento. Un análisis de ejemplos nacionales habría aumentado el peso de nuestro documento sin aportar ninguna información adicional relevante.
  • Seguimos convencidos de las virtudes del diálogo, especialmente cuando se trata de ética, pero creemos que este diálogo sólo tiene sentido e interés si todos los interlocutores implicados lo hacen con humildad, sin pretender poseer la Verdad, y aceptando confrontarse con el punto de vista de los demás para buscar, juntos, las condiciones de una "convivencia" armoniosa. Por ello, lamentamos que la organización actual de los encuentros, que separa sistemáticamente las organizaciones confesionales de las no confesionales, no favorezca este tipo de encuentro.

Análisis.

1. Filosofía general del documento.

En su redacción actual, el documento EPRS[2]Como organización no confesional, esto nos plantea problemas evidentes.

Como defensores del Estado imparcial, no impugnamos la idea de integrar la dimensión religiosa en una reflexión sobre las políticas exteriores de la UE, pero sin embargo nos sorprende mucho la filosofía que se desprende del documento. Cuestionamos su tono general. Son estas cuestiones las que deseamos plantear en nuestra nota, esforzándonos por hacerlo con un espíritu positivo sin renunciar, no obstante, a la posibilidad de ser críticos.

a. ¿Dónde están los no creyentes?

El documento comienza con una declaración de principios: hay que tomarse en serio las religiones. No hay nada en esta introducción, en la que se afirma que la religiosidad crecerá paralelamente al crecimiento de la población, que permita identificar de qué tipo de religiosidad estamos hablando.

Además, puesto que se trata de utilizar la diplomacia para pacificar las relaciones entre ciudadanos de países europeos o no europeos, habría que tener mucho más en cuenta a los no confesionales (no creyentes, no afiliados o como se les llame).

Aunque podemos debatir la evolución numérica de este grupo, no podemos negar su existencia, ni su contribución a un convivencia tolerante y pacífica. Por otra parte, resulta paradójico afirmar que la modernidad tiene más que ver con el pluralismo que con la secularización.[3] y, al mismo tiempo, ocultar la existencia de un número de ciudadanos, variable según los países, que no se adhieren a ninguna religión.

La redacción de la introducción, porque se confirma en el resto de los análisis, da la impresión de que el lector se encuentra ante textos del siglo XIX o de principios del XX en los que los autores, creyentes, afirmaban - un poco como el Doctor Knock - que todo ateo es un creyente que se ignora a sí mismo.

b. ¿Está condenada a desaparecer la secularización?

i. Una sobreestimación del factor demográfico.

La demostración, en nuestra opinión superficial, del punto 1.1 de la introducción nos parece muy cuestionable. Conduce a dos aseveraciones sorprendentes.

La primera, según la cual la religiosidad aumentará únicamente como consecuencia de la demografía, parece servir de premisa para un razonamiento silogístico: si esta tendencia demográfica se mantiene y si la gente sigue adhiriéndose a la religión en la que nació, entonces sí es importante tener en cuenta estas religiones.

Como en cualquier silogismo, es esencial comprobar que las premisas del razonamiento son correctas antes de aceptar la conclusión.[4] e invitar a un poco de matiz.

La primera llamada a la cautela se refiere a la afirmación de que las personas religiosas tienden a tener más hijos[5]. Sin embargo, la investigación demuestra que la fertilidad está más estrechamente vinculada al nivel socioeconómico o al nivel de educación que a las creencias religiosas. También merece la pena mencionar la advertencia de Hans Rosling de que, cuando se trata de estadísticas, siempre es una buena idea no tener fe ciega en el crecimiento lineal.[6]. Por tanto, debemos considerar que esta hipótesis no es más que una predicción.

La segunda es que el ateísmo y el agnosticismo sólo aumentarán en dos países,[7] nos parece igual de audaz. Se basa en un único estudio y parece estar contradicho por otros numerosos investigadores. En cualquier caso, la presentación del documento es inexacta desde el punto de vista de los hechos, ya que el declive de la adhesión a las religiones tradicionales puede observarse en otros países europeos además de Francia.[8].

Por otra parte, no vemos cómo el crecimiento demográfico de ciertos grupos religiosos fuera de Europa pondría en entredicho la tendencia a la secularización de los países europeos, ni la pertinencia del modelo europeo. Y no nos atrevemos a imaginar que los autores del dossier pretendan pedirnos que abandonemos este modelo, tal como se ha desarrollado desde finales del siglo XVIII, porque seríamos incapaces de integrar en él a las poblaciones migrantes en el futuro.

ii. La cuestión de la libertad de conciencia.

El enfoque exclusivamente demográfico, que parece proporcionar un argumento a los que entierran la secularización, pasa por alto el hecho de que, cuando se dan las condiciones adecuadas, las personas pueden distanciarse de las religiones tradicionales y, sobre todo, de las normas sociales que éstas quieren promover o, a veces, imponer.[9]. Por tanto, nos parece esencial no separar la cuestión del diálogo con las instituciones de la de la protección absoluta de la libertad de conciencia.[10]. A este respecto, no es seguro que un diálogo que favorezca a los interlocutores más "tradicionales" e "institucionales" facilite esta aspiración a la libertad.[11]. El panorama religioso europeo e internacional cambia constantemente, por lo que inevitablemente se plantea la cuestión de a quién dirigirse.

La otra cuestión crucial en este contexto es si las instituciones europeas tienen previsto debatir las condiciones jurídicas y políticas que deben cumplirse para garantizar esta libertad de conciencia.

iii. La cuestión de la imparcialidad

El argumento a favor del trabajo con organizaciones religiosas (frente a las asociaciones civiles) se basa en las sumas gastadas (cf. § 3.2.2), así como en la posibilidad de contactar con un gran número de personas. No se menciona ninguna otra prueba de la eficacia del trabajo de las asociaciones religiosas, en comparación con la eficacia probada de las ONG no confesionales (Amnistía Internacional, Reporteros sin Fronteras, Oxfam) en la promoción de los derechos humanos, incluida la libertad de opinión y de creencia.

La financiación de organizaciones confesionales que realizan una labor social (por ejemplo, acogida de inmigrantes) plantea inevitablemente la cuestión del proselitismo. El proselitismo es, por supuesto, un derecho indiscutible, vinculado al ejercicio de las libertades garantizadas por los artículos 9 y 10 del CEDH, pero en la medida en que estas asociaciones son financiadas por los poderes públicos para estas tareas y realizan, por así decirlo, una misión de servicio público, parece normal exigirles que respeten un deber de neutralidad en su trabajo.

c. ¿Qué equilibrio debe establecerse entre las instituciones y los disidentes?

Al igual que los documentos distribuidos en el momento del lanzamiento del proyecto "Erasmus de las Religiones", la nota del EPRS habla mucho de religión sin definir nunca con precisión qué se entiende por este término. Esta carencia, que puede explicarse por el hecho de que no existe una definición jurídica internacionalmente acordada del concepto de religión, debería invitar a todos aquellos que deseen entablar un "diálogo con las religiones" a actuar con gran cautela. En este contexto, se plantean al menos dos cuestiones.

i. Tener en cuenta la diversidad.

Es imposible ignorar, sobre todo en el contexto de las relaciones internacionales de la UE, que lo que es religión aquí puede no serlo allí. La persecución de los Testigos de Jehová o el estatuto de la Cienciología, reconocida como Iglesia en Estados Unidos pero considerada a veces una secta peligrosa en Francia o Alemania, son sólo algunos ejemplos, pero podrían multiplicarse según las situaciones locales. Los especialistas conocen bien esta dificultad, que se agrava sin cesar. ¿Son los pastafaris adeptos de una nueva religión o sólo unos fantasiosos moderados? ¿Pueden los practicantes de Wicca encajar en el panorama religioso mundial?

Aunque estas preguntas pueden plantearse legítimamente, las respuestas que reciben varían mucho y demuestran que las instituciones que tienen que responderlas sólo pueden hacerlo tras una cuidadosa reflexión.

Estas simples observaciones demuestran que la reintegración de la cuestión religiosa en el ámbito de la diplomacia plantea a veces tantos problemas como soluciones ofrece.[12].

ii. La cuestión de la representatividad.

Es evidente que las instituciones religiosas tradicionales ofrecen al Parlamento Europeo y a la Comisión la ventaja de ser interlocutores fácilmente identificables. Pero el panorama de la religiosidad moderna debería suscitar una seria reflexión sobre la representatividad de estas instituciones -y, como corolario, sobre su legitimidad para influir en los procesos legislativos- en un momento en que la cuestión de la adhesión a dogmas o doctrinas es cada vez más aguda.

En Europa, las estadísticas sobre la diferencia, por ejemplo, entre el número de personas bautizadas y el de asistentes a servicios religiosos demuestran que el concepto de "comunidad religiosa" no es sencillo. Pertenecer sin creerdesarrollado por la Prof. Grace DAVIE[13]es plenamente pertinente. Numerosos estudios han demostrado que es posible definirse como católico, luterano, ortodoxo, etc. sin cumplir al pie de la letra las prescripciones éticas de sus respectivas autoridades teológicas.

Ninguna de las grandes familias religiosas clásicas puede considerarse un grupo homogéneo en su relación con la doctrina. Todas incluyen un abanico de sensibilidades, desde las más "fundamentalistas" hasta las más "liberales".[14].

d. ¿Dónde están las mujeres?

Es de agradecer que entre las preocupaciones que los servicios exteriores de la UE y el Parlamento desean compartir con las religiones y los demás socios del Art. 17, haya dos temas importantes: la prevención de conflictos y el desarrollo. Y aunque parezcamos ignorarlo con demasiada frecuencia, estas dos cuestiones conciernen ante todo a las mujeres. Para la resolución de conflictos, porque son, junto con los niños, las primeras víctimas de los conflictos; para el desarrollo, porque sus empoderamiento a menudo tiene un efecto decisivo en la mejora de las condiciones de vida.

Lo que nos preocupa del planteamiento de la nota es que la estrategia que se está perfilando pasa principalmente por el diálogo con dignatarios religiosos masculinos, que defienden doctrinas no siempre muy favorables a la mejora de la condición de la mujer.[15].

2. Fuentes de información.

a. ¿Fuentes pluralistas?

Al no haber consultado cada una de las numerosas fuentes citadas en el documento, no es nuestra intención ponerlas en tela de juicio. Sin embargo, nos preguntamos por el predominio de fuentes anglosajonas, o incluso exclusivamente estadounidenses. ¿Acaso los investigadores europeos son inexistentes o incompetentes, o su ausencia se debe a que el documento está redactado en inglés y a que los estudios europeos no siempre se traducen a este idioma?

Sin embargo, es difícil creer que, dada la diferencia entre el lugar que ocupan las religiones en el Reino Unido o Estados Unidos y el que ocupan en países muy secularizados como Francia, Países Bajos o Bélgica, por ejemplo, esta elección no tenga consecuencias para determinadas orientaciones.

También es difícil creer que en Europa no se estén realizando investigaciones pertinentes. Iniciativas como la red EUREL, el Observatoire des religions et de la Laïcité de l'Université Libre de Bruxelles (ORELA) y el Comprender la incredulidad Universidad de Kent[16] son buenos ejemplos.

b. Algunos sesgos metodológicos.

No es nuestra intención discutir la seriedad de las encuestas del Pew Research Center, al menos cuando se realizan en un contexto normal. Pero los datos relativos a la religión y las creencias son, por su propia naturaleza, sensibles, difíciles de obtener y, por tanto, complicados de interpretar. Por tanto, no está de más preguntarse si estas dificultades se tienen en cuenta en los estudios en cuestión.

Mientras que en Estados Unidos es práctica común declarar la propia religión, esto no es posible en muchos otros países. ¿Quién declararía su ateísmo sin dudarlo en Arabia Saudí, Irán o incluso Rusia? ¿Quién admitiría su pertenencia a una religión minoritaria (coptos en Egipto, bahaíes en Irán, etc.) en países donde la apostasía está penalizada o incluso castigada con la muerte? Por tanto, nos parece que las proyecciones sobre la evolución futura de la adhesión religiosa deben tomarse con mucha más prudencia que en los documentos actuales.

Por último, sin embargo, hay que plantearse algunas cuestiones técnicas reales sobre algunas de las previsiones del Pew Research Center, y estas cuestiones no pueden ignorarse por completo, como han demostrado varios artículos críticos.[17]. Como escribió Daniel KHANEMAN, hay que tener cuidado con los escenarios.[18]

3. Otro enfoque del diálogo.

a. Un alma para Europa.

Estamos especialmente decepcionados, pero también preocupados, por el pasaje del documento relativo al principio de diálogo iniciado a finales de los años noventa por Jacques DELORS y, en particular, a su deseo de dar a un alma para Europa. Nuestra decepción se debe a que este primer intento está particularmente mal documentado y se presenta aquí de forma totalmente superficial e incompleta. Esto es tanto más lamentable cuanto que los trabajos de un investigador francés, Bérengère Massignon, produjeron en su momento un análisis bastante completo y particularmente interesante.[19]/[20].

También nos preocupa que la iniciativa de diálogo, idea de Jacques Delors, que funcionó de 1995 a 2005 bajo el nombre de Dar un alma a Europa y luego Un alma para Europa - ética y espiritualidad. A lo largo de su existencia, esta iniciativa estuvo presidida por el actual Presidente de AEPL-UE, Claude WACHTELAER.

Tenemos derecho a preguntarnos por el silencio de la nota sobre esta experiencia, que precedió a la introducción del mecanismo del artículo 17. ¿Debemos achacarlo a la falta de archivos utilizables o es que no convenía señalar que esta iniciativa organizó -de acuerdo con los deseos de Jacques Delors- un auténtico diálogo interdisciplinar que incluía a creyentes y no creyentes?

El objetivo de Une âme pour l'Europe era fomentar la reflexión sobre el sentido, e incluía una fuerte dimensión ética.[21]. Uno de los criterios de evaluación para la financiación de proyectos establecía : "Los proyectos deben prever la participación interreligiosa o ecuménica/humanista, e incluso la cooperación. Se considerarán con especial interés los proyectos que incluyan a musulmanes a nivel local".[22]

b. ¿Diálogo o clericalismo 2.0?

En varias ocasiones hemos lamentado que el diálogo con las instituciones se organice en grupos separados: creyentespor un lado, no creyentes", unos de otros. Por supuesto, la oportunidad que se brinda a todos los socios de dialogar con las instituciones es muy interesante. Pero el diálogo "vertical", por oposición al diálogo "horizontal", como pretendía Jacques Delors, quizás desaprovecha lo que es esencial en la producción de un verdadero consenso: la confrontación de ideas.

Cada socio del diálogo tiene -y ésta es la regla del juego- la voluntad de promover sus ideas y presentarlas a las autoridades políticas de la Unión. Pero la ausencia de diálogo horizontal entre los socios no ayuda a matizar sus respectivas posiciones. Cada socio, creyendo -con razón o sin ella- que posee la verdad sobre el tema en cuestión, puede por tanto intentar influir en las autoridades políticas recurriendo a todas las formas disponibles de relaciones de poder. En nuestra opinión, la exigencia de ciertos socios de intervenir de manera institucional en la fase previa al proceso legislativo no es una cuestión de diálogo -ni siquiera de presión en sentido estricto-, sino de un clericalismo revisitado que no podemos aceptar. Esta deriva se observa también en el desequilibrio entre organizaciones confesionales y no confesionales en lo que respecta a las reuniones organizadas por el Parlamento o a los oradores invitados a tomar la palabra. Ya hemos tenido ocasión en dos ocasiones de deplorar este desequilibrio en cartas dirigidas a la Sra. McGuiness.[23].

4. Conclusiones.

El documento que hemos analizado tiene el mérito de existir. Pero, como habrán deducido, dista mucho de ser satisfactorio.

Se basa en opciones conceptuales discutibles y no nos parece que ofrezca garantías suficientes para la defensa de los valores del modelo europeo de democracia.unidad en la diversidad o convivencia pluralista.

Por supuesto, en el contexto de las relaciones internacionales, no se trata de "vender" nuestro modelo como el único válido, y por ello entendemos que el documento tenga en cuenta distintas sensibilidades, incluidas las religiosas. Pero lo cierto es que, antes de cualquier diálogo entre comunidades, hay que promover uno de los valores fundamentales compartidos por la mayoría de los países de la UE: la plena libertad de conciencia. Así pues, no se trata de utilizar el diálogo entre instituciones religiosas para avalar los numerosos obstáculos al ejercicio de esta libertad, que impiden a los individuos liberarse de los confines de sus comunidades cuando lo desean.

Por otra parte, nos congratulamos de que las instituciones de la UE busquen una perspectiva ética sobre determinadas cuestiones. Pero no hay razón para pensar -como se ha hecho durante demasiado tiempo- que las respuestas a estas cuestiones éticas dependan únicamente de referencias a una u otra forma de trascendencia, relegando a un segundo plano todos los demás planteamientos. Por eso concedemos tanto valor a la confrontación serena de puntos de vista y a la búsqueda pragmática de soluciones a los problemas que todos afrontamos. La iniciativa "Un alma para Europa" puso de relieve el valor de este enfoque, y otras voces reclaman también que la práctica del diálogo se amplíe siempre que sea posible.[24].

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[1] El documento del EPRS, y más ampliamente la organización del diálogo por el PE, merecen la misma crítica que la dirigida por el filósofo François DE SMET a las decisiones del TEDH cuando se refieren a cuestiones de libertad de creencia o religión: " Aunque parece lógico evitar extender la protección del Convenio a cualquier individuo que afirme ser miembro de su propia religión, tal planteamiento favorece de hecho a los cultos establecidos y herméticos y desfavorece a los cultos nuevos, singulares y reformadores. Utilizando la analogía con el mundo empresarial, cabe preguntarse legítimamente si el Tribunal no está favoreciendo a los monopolios y a las rentas en detrimento de los autónomos y de los pequeños empresarios. DE SMET, F., Deus casino, PUF, 2020.

[2] PERCHOC, P., Religión y políticas exteriores de la UE, Aumentar el compromisoServicio de Estudios del Parlamento Europeo, PE 646.173, 2020. https://www.europarl.europa.eu/RegData/etudes/IDAN/2020/646173/EPRS_IDA(2020)646173_EN.pdf

[3] Mientras que el pluralismo es un sistema de organización política que reconoce y acepta la diversidad de opiniones y sus representantes, la secularización trata de la autonomía de las estructuras políticas y sociales con respecto a las religiones. Esta afirmación mezcla, pues, dos conceptos que, a nuestro juicio, son perfectamente distintos. Además, se contradice, entre otros, con Jürgen Habermas, que hace de la secularización una de las características de la modernidad.

[4] Esta es una oportunidad para recordar el principio lógico "ex falso sequitur quodlibet".

[5] 'Las personas religiosas suelen tener más hijos"., Religión y política exterior de la UE, p.1.

[6]ROSLING, H., Veracidad, cap. 3, El instinto de la línea recta, 2018.

[7] El ateísmo y el agnosticismo sólo aumentarán en dos países EE.UU. y Francia, estudio EPRS, p.1

[8] SCHREIBER, JP, La evolución de las creencias religiosas en cifras: los casos singulares de Bélgica y Estados Unidos, ORELA, Bruselas.

[9] Por ejemplo, el hecho de que la Constitución de la República de Irlanda invoque la autoridad de la Santísima Trinidad no ha impedido que la República autorice la interrupción voluntaria del embarazo y el matrimonio entre personas del mismo sexo.

[10] Le dijimos a la Sra. MOGHERIINI que era un error, en el contexto de su proyecto Erasmus for Religions, "dejar de lado estas cuestiones al buscar el diálogo".No entendemos por qué el informe LOKAHI recomienda dejar de lado las cuestiones relacionadas con el FoRB. ¿Qué esperanza tenemos de abordar problemas importantes como la inclusión social o la ciudadanía activa, cuando, al mismo tiempo, consentimos escándalos como la discriminación basada en la religión, los ataques a la libertad de expresión, la condena de la apostasía?". (nuestra carta de 6 de octubre de 2019).

[11] Véase sobre el caso del Líbano: JREIJIRY, Roy, El sistema político libanés como obstáculo a la movilización colectiva no confesional: el caso del "Movimiento Civil 2015, presentación en la Formatear la no religión en la sociedad moderna tardía - Perspectivas institucionales y jurídicas, Eurel/Universidad de Oslo, 2018.

[12]  Hay que recordar que, aunque la cuestión de la libertad de conciencia no estuvo ausente de las preocupaciones de los redactores de la primera enmienda a la constitución americana, se abstuvieron sobre todo de establecer una religión, ¡dado que era imposible ponerse de acuerdo sobre cuál elegir entre las que existían en los estados fundadores! El Congreso no promulgará ninguna ley relativa al establecimiento de la religión... es menos el reflejo de una opción ideológica que una salida pragmática a un problema delicado.

[13] DAVIE, G. Religión en Gran Bretaña desde 1945: Creer sin pertenecerLondres, 1994.

[14] RIVA, V. El debate francés sobre las raíces cristianas de Europa. Una reconversión de los recursos políticos y religiosos, 2006.

[15] A este respecto, véase la Resolución 1464(2005) del Consejo de Europa, que establece que :

  1. La religión sigue desempeñando un papel importante en la vida de muchas mujeres europeas. De hecho, sean creyentes o no, la mayoría de las mujeres se ven afectadas de un modo u otro por la postura de las distintas religiones hacia las mujeres, ya sea directamente o a través de su influencia tradicional en la sociedad o el Estado.
  2. Esta influencia rara vez es inocua: los derechos de la mujer suelen restringirse o pisotearse en nombre de la religión. Aunque la mayoría de las religiones enseñan que las mujeres y los hombres son iguales ante Dios, les asignan papeles diferentes en la tierra. Los estereotipos de género motivados por creencias religiosas han dado a los hombres un sentido de superioridad que ha llevado a un trato discriminatorio de las mujeres por parte de los hombres, recurriendo incluso a la violencia.

[16] https://research.kent.ac.uk/understandingunbelief/

[17] De Féo, A., Por qué estas cifras sobre el número de musulmanes en Europa no son fiables, http://www.slate.fr/story/155276/statistiques-musulmans-europe-pew-research-center, 2017

[18] 'Construyeron un escenario muy complicado e insistieron en calificarlo de altamente probable. No lo es: es sólo una historia verosímil", en Daniel KAHNEMAN, Pensar rápido y despacio, Londres, 2011.

[19] Véase el punto 2.2.1 del documento y, en particular, la nota 10.

[20] MASSIGNON, B., Dioses y funcionarios, religiones y laicismo en el reto de la integración europea, Rennes, 2007, en particular el capítulo IV.

[21] 'Nos encontramos en una encrucijada de la historia europea en la que el debate sobre el sentido se hace imprescindible. La construcción europea debe entenderse no sólo en su dimensión económica y política, sino también espiritual y ética. Nuestro objetivo es animar a quienes son conscientes de este reto a aportar su contribución específica a la unificación de Europa", Critères pour l'acceptation des projets, en MASSSIGNON, B., op. cit. p. 184, nota 5.

[22] MASSSIGNON, B., op. cit, p. 184.

[23] " [...[ Por supuesto, todo el mundo tiene derecho a opinar, incluidos el Sr. JUREK o el obispo HOOGENBOOM. Pero cuando la reunión les da la oportunidad de hablar -por así decirlo- desde el púlpito, ocupan una especie de terreno moral elevado frente a las personas que no son miembros de ninguna Iglesia y que están sentadas en los bancos de atrás. Estos pocos ejemplos justifican nuestras reiteradas peticiones de un diálogo más equilibrado entre las Instituciones, las Iglesias y las organizaciones no confesionales. La Sra. BYRNE ha abogado, con razón, por que se avance más hacia una Europa pluralista. Estamos convencidos de que esta Europa pluralista, que abre el espacio a una convivencia pacífica, se logrará mejor mediante un diálogo que permita introducir en él algunas contradicciones. Ante el fariseísmo de una de las partes, la otra sólo reaccionará con crispación y falta de voluntad de encontrar un terreno común para el progreso. Aunque en su mayoría no somos creyentes, no tenemos hostilidad contra la fe. Pero el clericalismo -y con ello nos referimos a un dominio de la sociedad civil por parte de grupos religiosos- es un obstáculo para la cohabitación pacífica de personas con diferentes visiones religiosas o seculares del mundo, peor aún, es incluso un obstáculo, para los creyentes, para el ejercicio pacífico de la libertad religiosa". Nuestra carta del 12 de diciembre de 2018

[24]   [6.17] " Hace tiempo que se reconoce la necesidad de realizar esfuerzos especiales para promover el compromiso entre los jóvenes de distintas religiones y creencias, así como de un mayor diálogo centrado específicamente en el compromiso entre los que son religiosos y los que no lo son, con una variedad de modelos de compromiso de personas no religiosas con interlocutores de una, dos o más tradiciones religiosas. Como se muestra a lo largo de este informe, es esencial que el debate libre sobre el laicismo y el lugar de la religión y las creencias en la plaza pública continúe a buen ritmo; sin embargo, también es necesario que haya un diálogo estructurado sobre el contenido sustantivo de las diferentes tradiciones filosóficas, así como religiosas.

Existe un amplio abanico de perspectivas y creencias no religiosas, al igual que entre quienes tienen un compromiso religioso. Pero no existen comunidades no religiosas en el mismo sentido que existen comunidades confesionales individuales y éste es un factor importante a la hora de organizar procesos de diálogo más amplios.

La Asociación Humanista Británica, por ejemplo, no pretende representar a todos los que no son religiosos. Sin embargo, cuenta actualmente con un responsable de diálogo que puede ayudar a facilitar la participación de los humanistas en actos de diálogo.19 En Escocia se ha avanzado mucho en los últimos años en el desarrollo de un compromiso regular entre las iglesias escocesas y la Sociedad Humanista de Escocia (HSS). Como se señala en el capítulo 4, en 2014 la Iglesia de Escocia y la HSS elaboraron conjuntamente un documento sobre la sustitución del requisito de una observancia religiosa regular en las escuelas por un tiempo de reflexión".

BUTLER-SLOSS, Honorable Baronesa Elizabeth, Informe de la Comisión sobre Religión y Creencias en la Vida Pública Británica, Vivir con la diferencia, comunidad, diversidad y bien común, 2015

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