Europa, de refugiada política a refugiada climática

Millones de personas se ven obligadas a desplazarse por todo el mundo. Estos movimientos migratorios van a aumentar como consecuencia de las catástrofes naturales y medioambientales. En la actualidad, sólo la migración política está cubierta por el derecho de asilo. La Convención de Ginebra de 28 de julio de 1951 y su Protocolo de 1967 sobre el Estatuto de los Refugiados, ratificados por 145 Estados, establecen la obligación de no devolución de los Estados en virtud del Derecho internacional con respecto a los refugiados y solicitantes de asilo. Esta obligación fue creada por el legislador para proteger a los refugiados.

En este espíritu, se trata de encontrar la manera de crear las condiciones para proteger los derechos humanos de las víctimas de catástrofes naturales o de la contaminación, para que puedan ser mejor atendidas.

La responsabilidad climática es difícil, si no imposible, de determinar, pero ello no debe impedir el desarrollo de políticas específicas destinadas a proteger a las personas obligadas a desplazarse como consecuencia de catástrofes naturales o medioambientales. Europa tiene sin duda una responsabilidad particular a la hora de iniciar esta reflexión: es la depositaria del actual estatuto de refugiado, que ella misma creó, y como muchos otros países pronto se verá confrontada a este fenómeno sin precedentes en la historia de la humanidad.

La migración es inevitable en algunos casos, y los Estados deben crear las herramientas para medir las obligaciones y responder así a los daños, y evitar situaciones de devolución. Aunque es prácticamente imposible definir el estatuto jurídico de los migrantes climáticos, debería ser posible proteger a los individuos.

El objetivo es conseguir la creación de un estatuto de refugiado climático y su aplicación, con los siguientes subobjetivos:

• Correlacionar la situación de los refugiados políticos y medioambientales;
• Una revisión del Derecho internacional ;
• Identificar todos los cuellos de botella y las posibles palancas para Europa
• Proporcionar argumentos
• Elaborar análisis para supervisar el camino a seguir
• Organizar una guardia sobre el tema
• Representar activamente al grupo de interés ante las instituciones europeas

El grupo se reunirá principalmente por videoconferencia