Estimado Presidente del Parlamento Europeo,

Estimada Sra. Metsola,

La Asociación Europea de Libre Pensamiento toma nota con desaprobación de la publicidad que usted ha dado al premio In Veritate que ha recibido. Este premio se concede a personalidades en reconocimiento de sus logros sobresalientes en la combinación de valores cristianos y europeos. La Fundación Monseñor Pieronek, como cualquier otra institución, es por supuesto libre de conceder un premio a quien desee, y tal concesión no requeriría, en principio, ningún comentario por nuestra parte.

Nuestra reacción ha sido motivada por sus breves palabras de agradecimiento en esta ocasión, que pueden encontrarse en el canal YouTube de la COMECE. Nos sorprendieron las observaciones que hizo en su calidad de Presidente del Parlamento y, a pesar de su brevedad y relativa imprecisión, las consideramos totalmente inaceptables. Si la Unión Europea quiere realmente ser una Europa para todos, sus dirigentes deben respetar al menos una cierta neutralidad, y queremos reiterarlo con la mayor firmeza.

Usted parece vincular estrechamente Europa y los "valores cristianos". Al hacerlo, parece olvidar que esta cuestión está zanjada desde que los Estados miembros renunciaron a incluir una referencia a esos posibles valores en el preámbulo de los Tratados. Una referencia a la herencia cristiana (del mismo modo que a la herencia griega, romana o incluso musulmana) puede ser aceptable, pero una referencia a los "valores" resulta chocante para todos los europeos que encuentran otras motivaciones para sus actos.

Esta referencia reiterada es tanto más inoportuna cuanto que, en su discurso, la ha vinculado indisolublemente a la democracia. Presentado como un hecho indiscutible, este vínculo parece ignorar la historia de la Iglesia católica que, en la encíclica Quanta Cura y en el Syllabus, clasificó la democracia y el liberalismo entre los "errores de nuestro tiempo". Somos perfectamente conscientes de ciertas evoluciones de la Iglesia, pero un poco de prudencia debería moderar las observaciones formuladas.

Su confusión entre democracia y "valores cristianos" también es embarazosa, ya que dedica el resto de su discurso al conflicto en Ucrania y al apoyo que la UE debería prestar a Ucrania en nombre de estos valores. Evidentemente, estamos de acuerdo en que la Unión debe apoyar a un país democrático y defender el Estado de Derecho, que en este caso está siendo claramente violado. Pero, ¿no se han dado cuenta de que el señor Putin se ha embarcado en una cruzada contra las democracias occidentales en nombre de ese mismo vago concepto de "valores cristianos"? Cuenta con el apoyo incondicional de la Iglesia Ortodoxa Rusa y del Patriarca Kyrill, a quien la UE aún no ha considerado oportuno sancionar.

Tememos que los valores cristianos que tan enérgicamente defiende usted como Presidente en apoyo de la democracia europea queden reducidos a la defensa de los valores católicos, lo que sólo puede preocuparnos aún más.

No es función del Presidente de un Parlamento -ni siquiera en un discurso de agradecimiento-, que debería ser el Parlamento de todos los europeos, referirse a valores religiosos. No es su papel movilizar una religión para analizar un conflicto entre un país agresor y un país agredido. La guerra en Ucrania no es un conflicto entre católicos y ortodoxos. Si podemos ver -con razón- la situación actual como un conflicto de valores (Estado de derecho frente a fuerza bruta, democracia frente a régimen autoritario), dar a este conflicto un tinte religioso nos invita a recordar que el marqués de Bussy-Rabutin decía que en la guerra, Dios está siempre a favor de los grandes batallones contra los pequeños.

Aunque su discurso fue breve, no por ello dejó de ser chocante y -esperamos que involuntariamente- despectivo hacia todos aquellos que en Europa defienden la democracia sin compartir las referencias a la trascendencia que usted utilizó.

 

Claude WACHTELAER Guy T'HOOFT

Ex Presidente de la AEPL Presidente de la AEPL